Monday, July 25, 2005

Politica & Jovenes: La relación de las nuevas generaciones con la política y con las elecciones de octubre


Encuesta de la UBA: la relación de las nuevas generaciones con la política y con las elecciones de octubre. La mitad de los jóvenes ignora qué se vota
El 49,7% de los estudiantes universitarios de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano no sabe para qué son los próximos comicios
El sondeo lo realizó la Facultad de Psicología, en distintas carreras de instituciones estatales y privadas . El desconocimiento aparece asociado con un rechazo a los partidos
Con sus rituales de campaña, su retórica y sus enfrentamientos internos, la política tradicional está alejada de los intereses de los jóvenes.
A tal punto que la mitad de los estudiantes universitarios en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano desconoce qué se vota el 23 de octubre próximo. Más aún: para el 37,6% de los jóvenes, los partidos políticos tienen muy poca o ninguna importancia para el bienestar del país.
Los datos, que confirman un escepticismo predecible y alertan sobre el futuro de la democracia en la Argentina, provienen de un sondeo realizado entre 1186 estudiantes de distintas carreras en dos universidades públicas (la UBA y la Nacional de Lomas de Zamora) y dos privadas (la UADE y la Kennedy) en junio último. El estudio fue realizado por un grupo de investigadores de la Facultad de Psicología de la UBA, que desde 1998 se dedica a registrar la valoración que hacen los universitarios de las instituciones políticas y económicas.
Al parecer, las percepciones negativas sobre las conductas de los políticos durante varios años empiezan a extenderse a la importancia institucional de los partidos. Aunque los especialistas vinculan estos resultados con un ambiente general de escepticismo y descreimiento en la política, no son pesimistas sobre los más jóvenes en el mediano plazo.
Por el contrario, detectan en ellos un interés creciente por las cuestiones públicas, que choca con su mirada negativa sobre las estructuras políticas tradicionales y termina muchas veces canalizado en ONG y trabajo voluntario, o en estructuras políticas nuevas, más profesionales que militantes.
Escépticos y poco formados
Según los resultados de la encuesta, el 49,7% de los estudiantes universitarios no sabe qué se vota en octubre y, de modo comprensible, el 80% no sabe a quién votará. El 79,8% cree que los partidos políticos tienen en la Argentina un desempeño malo o muy malo, y sólo es bueno para el 7,7 por ciento.
Según los responsables del estudio, este "marcado desinterés por la política", que se detecta desde hace años, se apoya en dos aspectos. "Por un lado, la percepción de una clase política devaluada ahora pone en tela de juicio el papel institucional de los partidos políticos. No pueden separar la política de los representantes", dijo a LA NACION Narciso Benbenaste, doctor en Psicología, profesor y director del proyecto. "Además, hay una insuficiente formación sobre la política: los programas televisivos y los libros políticos y económicos no les interesan", dijo, sobre la base del perfil cultural de los estudiantes, que construyeron con los datos (ver aparte).
Como resultado aparece "una tendencia a depositar confianza en líderes personalistas más que en instituciones", dijo Benbenaste. Previsiblemente entonces, el presidente Néstor Kirchner recoge una buena calificación entre los jóvenes: el 43,9% cree que su desempeño es bueno o muy bueno -un porcentaje que viene aumentando-, aunque el 31,5% lo consideró malo o muy malo.
"La imagen favorable de Kirchner se apoya en tres aspectos: la percepción de una mejora en la economía, la imagen negativa de la oposición, por pertenecer a la clase política general, y el rasgo psicológico de buscar líderes personalistas y un Estado paternalista en quienes confiar, algo que Kirchner expresa muy bien", analizó Benbenaste.
En cuanto a las instituciones económicas, el 87,5% valora las inversiones privadas para el crecimiento del país, el 78% asigna mucha importancia el mercado y el 74% a la propiedad privada.
Para el investigador, si se hicieran estas preguntas a la población general, las respuestas serían parecidas, aunque en los jóvenes "las expectativas son más intensas, por el grado de idealismo propio de su edad". Así, lo que más rechazan es la corrupción, y lo que más valoran es el carisma y la confianza. "La clase política actual frustró esa expectativa de buscar a alguien en quién confiar", dijo el investigador.
Sin embargo, el nivel de información y concepción de la política es casi igual en estos jóvenes que en ciudadanos no universitarios. "La universidad no marca diferencias en este punto, en buena medida porque la preparación universitaria tampoco garantiza seguridad de un bienestar futuro. Por eso, también estos jóvenes buscan que alguien con poder genere las condiciones para que a ellos les vaya bien individualmente", dijo el profesor.
Mal ejemplo
"Se votan diputados nacionales, creo, no sé en realidad", dijo Laura Landeira, estudiante de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Pero enseguida agregó: "Creo que los partidos políticos son importantes, pero están desvirtuados. Están más para hacer plata y para pelearse que para cumplir la función que tendrían que cumplir, es decir, que haya un partido en el poder y una oposición que lo controle", afirmó.
"Los políticos de hoy no son un buen ejemplo, pero la política tendría que interesarnos. Me da mucha bronca que pase esto, porque a la juventud no le interesa nada de lo que pasa y no son conscientes de que el país va a quedar en sus manos", opinó Cecilia Lorenzo, que acaba de terminar el CBC y va a estudiar Medicina.
Hay quienes reconocen este escenario, pero son optimistas. "Vemos un compromiso creciente de los jóvenes de 18 a 35 años en organizaciones de la sociedad civil. Tenemos más voluntarios de los que podemos tomar, en temas como política pública y control ciudadano", dijo Nicolás Ducoté, director ejecutivo del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), una ONG dedicada a promover las políticas públicas de calidad en salud, educación, justicia y transparencia y política fiscal, con preeminencia de jóvenes entre sus integrantes.
En la experiencia de Ducoté, hay muchos jóvenes con interés por la cosa pública, pero no demasiados espacios en los que puedan canalizarlo y mucho desconocimiento de qué significa trabajar en política. A jóvenes y políticos los separa el prejuicio: unos creen que todos los partidos son corruptos e ineficientes y los otros se lamentan por la falta de compromiso y el individualismo.
"Las ONG terminamos mediando entre ambos. Hay partidos políticos que se acercan para ver cómo atraer a los jóvenes, y hay jóvenes que han pasado de aquí a partidos políticos. Tenemos la obligación de difundir la importancia de los partidos políticos, porque las ONG tienen un rol importante, pero limitado", dijo Ducoté. En eso se basa el Programa de Formación de Líderes Públicos para la Democracia (Prolid), que organiza seminarios para dirigentes jóvenes, sobre temas como la gestión pública, la importancia del liderazgo, el discurso antipolítico, la macroeconomía o los modelos estatales.
En tanto, los partidos tradicionales siguen poniendo más trabas que espacios a los jóvenes. "No les dan mucho lugar. Los mandan a las juventudes partidarias, sin influencia en las decisiones", dijo Ducoté. Hay, sin embargo, nuevas organizaciones -de centroderecha y de centroizquierda, mayormente- que, sin grandes aparatos, más flexibles y más necesitadas de apoyo, les están abriendo espacios.
Desde el campo de la militancia más tradicional, convencer a los estudiantes de participar puede ser difícil. "Cuando uno lo habla con los estudiantes lo entienden, pero el problema es que la sociedad descree de la política", dijo Maximiliano Abad, presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y miembro de Franja Morada, el brazo universitario del radicalismo.
"Se confunde la política con los dirigentes. Pero creemos que es el momento de hacer más política, porque es una herramienta para lograr el bienestar de la sociedad", dijo Abad, y aunque afirmó notar que "la gente busca participar en partidos políticos cuando hay propuestas", admitió: "El cambio será muy paulatino".
Por Raquel San Martín
De la Redacción de LA NACION
Lo que decidirán las urnas el 23/10
Senadores nacionales
24 bancas
En las elecciones del próximo 23 de octubre se elegirán 24 senadores nacionales en 8 provincias: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis, Santa Cruz (dos para la mayoría y uno por la minoría: tres por cada provincia). Como el Senado se renueva por tercios, las restantes bancas se irán renovando en las siguientes elecciones nacionales.
Diputados nacionales
127 bancas
En todas las provincias se elegirán diputados nacionales. Se renueva la mitad de la Cámara (en realidad, no es la mitad exacta, porque esta vez dejarán sus bancas 127 de los 257 diputados). Los distritos con mayor cantidad de representantes son Buenos Aires, que renovará 35 bancas, y la Capital, con 13 legisladores, seguida por Santa Fe y Córdoba, con 9 cada una.
Cargos provinciales
325 diputados y 70 senadores
Un total de trece provincias elegirá diputados o senadores provinciales. Los distritos son Buenos Aires, Capital, Catamarca, Chaco, Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Santiago del Estero, Salta y San Luis. Además, Santiago del Estero eligió gobernador y vicegobernador en febrero último, y Corrientes lo hará el próximo 2 de octubre.


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