Monday, November 07, 2005

TRENDS


"Tiendas pop-up": llegan, muestran, venden y se van
Con una fuerte inversión en diseño y publicidad, las grandes marcas instalan tiendas que permanecerán abiertas sólo por algunas semanas, o meses. "Si los productos de moda van y vienen, ¿por qué no puede pasar lo mismo con las tiendas?", dicen.

En un intento de combatir la saturación publicitaria, las grandes compañías se suman cada vez más a la moda de las tiendas temporales o "pop-up", una iniciativa rompedora que convierte a los comercios en anuncios en tres dimensiones. Las "pop-up" son tiendas que se instalan en las mejores zonas comerciales, con una gran inversión en diseño y publicidad, pero que cierran sus puertas en un corto periodo de tiempo, en días o incluso semanas. "Si los productos de moda van y vienen, ¿por qué no puede pasar lo mismo con las tiendas?", se pregunta la agencia Trendwatching.com en un artículo sobre el auge de este tipo de manifestaciones comerciales.
Wendy Liebmann, presidenta de WSL Strategic Retail, asegura que "las tiendas pop-up son lo último en el marketing de guerrilla", como se denominan a las campañas promocionales que se realizan desde la realidad del consumidor, es decir, teniendo en cuenta su presupuesto, su entorno y sus gustos. Según varios expertos, la idea de las tiendas "pop-up" nació en Londres, hace tres años, pero es en Nueva York donde se han producido más experiencias de este tipo, si bien ahora ya se ven en varias ciudades del mundo. Lejos de buscar la rentabilidad en su corto espacio de vida, estas tiendas temporales están ideadas para impactar en el público, en el lanzamiento de una empresa o de unas líneas de productos.

El último ejemplo, la multinacional Kodak, que acaba de abrir una tienda "pop-up" en el centro del Soho neoyorquino, con el único objeto de dar a conocer su clara apuesta por el mundo digital. "Más que una tienda, es un centro de experimentación, un lugar donde la gente puede entrar para experimentar con nuestros productos, y conocer todos los nuevos servicios digitales que ofrecemos a través de kodakgallery.com", dijo a EFE la portavoz Kathy Rauschenberg. Además de mostrar los nuevos productos, la tienda Kodak, de casi 300 metros cuadrados, organizará durante todo el mes de noviembre charlas y talleres sobre fotografía digital. Al finalizar el mes, desaparecerá.
Este elemento de temporalidad y sorpresa ha sido utilizado por compañías de todo tipo en los últimos dos años, desde las aerolíneas de vuelos baratos Song y EasyJet, que las utilizaron para darse a conocer, a la empresa de comida para mascotas Meow Mix, que creó un bar para gatos en el centro de Manhattan. Desde septiembre, y sólo hasta diciembre, la empresa italiana de café Illy mantiene en el Soho neoyorquino un gran espacio en el que ofrece exposiciones, talleres y libros, además de expresos y capuchinos, con la única intención de hacer que la gente asocie su marca con la cultura y el arte de alto nivel.
Otra de las empresas que entró en el juego del "pop up" fue Levi's, que abrió en Manhattan una tienda colorista en la que durante cuatro semanas se vendían sólo pantalones del modelo 501. A ella se han unido otras muchas en los últimos meses, como MTV, Sony, Ericsson, o Adidas. "Pero las tiendas pop-up no sólo sirven para dar a conocer un producto o una nueva línea de negocio. Este concepto de tienda sirve para mucho más", asegura Kevin Appelbaum, socio de la consultora Hawk Hill, en la revista "Retail Traffic".
"Nosotros vemos que estas tiendas sirven también para conseguir información de los clientes", asegura Appelbaum, que actualmente trabaja en el lanzamiento de seis tiendas "pop up" para diferentes empresas, cuyo objeto será la investigación de mercado, no la promoción de productos. "Algunos de nuestros clientes nos han dicho que estas tiendas les han dado la rara oportunidad de poder comunicarse directamente con sus clientes finales", explicó.

Friday, November 04, 2005

PODCAST ARGENTINOS: Pioneros del éter moderno


Subiéndose al fenómeno mundial, empiezan a aparecer las primeras producciones locales de radio para escuchar en reproductores de MP3. ¿Qué suena en la nueva frecuencia?
Por Carla Barbuto. Especial para Clarín.com.
En la Argentina algunos pioneros ya están con las manos en la masa del podcasting. Uno de ellos es Juan Carlos Espósito, que tiene su transmisión desde junio de este año, y dice: “Es radio pero es algo diferente: también hay algo más que audio, hay imagen, hay textos. El podcast es muchas cosas. Es una persona hablando, un grupo de amigos en el living o un programa de radio, como es mi caso. ¡Es una forma de democratizar el medio!”.
Hay algo curioso en la historia de Juan Carlos porque él, que se declara “amante de la radio”, empezó siendo un radioaficionado. Pero desde que se pasó al
iPod se la pasa pensando en qué formato subir cada cosa. “ A los 18 años descubrí la onda corta y era un cazador que buscaba la radio más lejana. Para una persona que a los 18 años hizo eso, hacer radio en formato podcast es muy grande”, dice orgulloso. Y sigue: “Tengo un micrófono RCA porque trabajé en la Radio Nacional de los discos de pasta. Si uno no se ablanda la cabeza y ve que los podcast son lo que viene, se queda afuera”.
Otro de los pocos ejemplos de podcast argentinos es el de
Fernando Bruno. Él, desde España, compone música y la sube para que todos los curiosos la escuchen. “Se me ocurrió cuando, en abril o mayo, navegué por algunos weblogs que incorporaban sonidos en los post. Empecé a indagar un poco, hasta que encontré las aplicaciones que eran gratis y sencillas de usar”, dice. Y aclara: “No estoy inmerso en lo que es el lenguaje de la palabra sin imagen; yo no subo textos, yo subo música. Si supiera más de armado de páginas web podría aprovechar ese mix, pero no es mi caso”.
Todo parece indicar que el podcasting local se limita a versionar el formato de un programa de radio en Internet, cuando el medio permite jugar con las herramientas. ¿Es así? Fernando cree que sí y, desde ese punto de vista, no lo seduce tanto: “ E n la Argentina, parecen programas de radio de corta duración . S on un poco un mix de radio e Internet, con la diferencia de no ser en vivo”. Por su parte, Juan Carlos encuentra en esa fórmula el toque ideal del podcast y dice: “Hay gente que dice que es radio por Internet y no es así. El podcast viaja por la red y llega a todos lados. Pero es diferente porque ya no es necesario estar con la computadora al lado, podes trasladarte, coleccionar tus programas, escucharlos cuantas veces quieras”.
Tangocitytour sube desde joyitas de Tita Merello y Edmundo Rivero hasta Graciela Pesce con su “Tango para chicos”. Pero no siempre se encuentran podcast tan típicamente criollos. En
Cartas de amor, se pueden escuchar textos de Juan Gelman o Mario Benedetti sin ponerse colorados. En su Espantapájaros, Fernando Bonsembiante se dedica también a literatura, desde cuentos a poesías, pasando por “textos varios”. Por supuesto, también están las radios como Memonradio, que se dedican a temas que suelen haber ganado las primeras planas del mundo, como el huracán Katrina o las víctimas del gatillo fácil.
Más allá de los intereses de cada uno, es evidente q ue se trata de lo último que salió del horno globalizado de Internet. En
Podcastellano.com y Podcast-es.org se puede encontrar tanta información como requieran las mentes inquietas. Pero, s i a alguien no le quedó claro de qué hablamos cuando hablamos de podcast, no tema en reconocerlo. Más allá del interés genuino que despierta esta nueva herramienta en algunos internautas, todavía está en pañales en Argentina y en el mundo. Para muestra, basta un botón. DDB encontró una curiosa forma de saber cuán difundidos están los podcast: una encuesta a conductores de taxi, encargados de pubs y peluqueros británicos, considerados como barómetros de las tendencias populares. El resultado dijo que el 90 por ciento de ellos no tenía la menor idea de qué era un podcast y que más del 70% nunca oyó hablar de los weblogs. Y no se trata sólo de un desliz británico. Según una encuesta de Pew Internet, en los EEUU –país con un 68% de penetración de Internet– el 64% dijo tener una idea confusa sobre lo que significa el término podcasting. Ahora bien, ¿cuántos se dejaron tentar con este nuevo chiche de la red? Según Ipodder.org, existen 4.500 podcast en inglés y, en castellano, hay más de 60 según los cálculos de Podcast-es.org.
Como hombre de radio, Juan Carlos tiene tiempo para analizar por qué hay tan pocas producciones de podcasting que estén online: “Por ahora es un hobby caro. Nosotros, por ejemplo, tenemos un gasto básico de 300 pesos por mes que nos cobran desde el host por la cantidad de bajadas. Y todo sale de nuestro bolsillo. Este mes ya salimos con un banner que conseguimos por un canje”. Y los planes dependen de la curiosa relación con el mundillo de la publicidad. “La idea es llevarlo de media hora a una hora. El año que viene, si tenemos anunciantes, vamos a duplicar el horario. Veremos qué pasa pero para los anunciantes es muy barato estar en un podcast”, señala. Y, como quien no quiere la cosa, dice que tienen más de 2 mil visitas por mes, que tienen contactos con 30 sitios web y que los retransmiten en una FM de San Sebastián. “Quizá debemos pensar en un podcast interactivo con la radio. Es loco que haya nacido del podcast a la radio y no al revés”, finaliza Juan Carlos.
ABC del postcasting
El
podcasting es la sindicación de archivos de sonido, normalmente MP3 o OGG, con un sistema RSS, que permite suscribirse y descargarlos de forma automática y periódica. Una se las principales ventajas del podcasting frente a la simple colocación de archivos de sonido en una página web es la posibilidad que un programa o un servicio web recuerde visitar cada cierto tiempo las fuentes y comprobar si hay archivos nuevos que descargarse para escuchar. El podcasting ofrece independencia, movilidad y libertad de horario. Es decir, se puede oír en cualquier dispositivo portátil que reproduzca MP3 (o el formato elegido), en cualquier lugar, sin limitaciones de cobertura o conexión a la red, y en cualquier momento, ya que está grabado. Fuente: Podcastellano.com


Podcastmanía: nuevas utilidades
Según cálculos de
Yahoo!, cinco millones de personas ya escuchan podcasts en todo el mundo, una cantidad que, de acuerdo con otras empresas del sector, seguirá creciendo como la espuma. Estimaciones de The Diffusion Group, una firma consultora dedicada a investigar las aplicaciones de las tecnologías digitales, señalan que más de cinco millones de consumidores se conectarán hacia finales de año en este país a los podcasts. Y el número de usuarios podría aumentar a más de 60 millones hacia el año 2010. Según, Marc Freedman, analista de TDG, el podcasting surgió de la necesidad de sacar ventaja al vasto espacio vacante de los iPods, por lo que podría considerarse que fue la tecnología del audio portátil la que lo creó en principio. Muchas emisoras de radio y medios de comunicación en los Estados Unidos tienen su podcast y las escuelas de Maine, Nebraska y Connecticut utilizan su “podcast classroom” –como un salón de clase portátil–. Los dos principales partidos políticos, demócrata y republicano, así como algunos políticos tienen los suyos; y, finalmente, los empresarios los usan para organizar agendas de conferencias y reuniones importantes o para mantenerse comunicados internamente. El servicio también se utiliza para guías turísticas –sólo en audible.com hay disponibles unos 50 tours– e incluso la Nasa coloca, desde febrero pasado, sus noticias científicas en el formato de audio en su podcast.

http://www.clarin.com/diario/2005/11/04/conexiones/t-01083667.htm