Wednesday, July 20, 2005

Fashion: Moda Precoz


La vida de un nene fashion
Tiene catorce años y es el diseñador del momento. Hijo de dos íconos de la moda brasilera, Pedro Lourenço lanzó su propia marca de ropa y es admirado por sus colegas y compañeros de colegio.

Cualquier autobiografía de diseñador podría comenzar así: “A los siete años volvía de la escuela pensando en jugar a los desfiles en el fondo del taller de mamá: organizar castings, seleccionar prendas y armar coreografías sobre la pasarela”. En la vida de Pedro Lourenco, el juego fue una realidad. A los siete años, en el taller de su mamá, casteaba a supermodelos de verdad, las vestía y las hacía desfilar en serio. Ahora, con catorce años, Pedro es un diseñador lo suficientemente reconocido como para presentar sus colecciones en el San Pablo Fashion Week y ser alabado tanto por los críticos como por sus pares. En la última semana de la moda brasilera (la pasada), el mayor evento de la industria textil a escala regional que llega a mover 35 millones de dólares por edición, este pequeño empresario (nunca mejor aplicada la expresión) mostró sus diseños para la temporada que viene. Y fue un hit: entre las reseñas de los desfiles de sus colegas consagrados (por ejemplo, de Alexandre Herchcovitch) la prensa especializada y los otros diseñadores elogiaron su trabajo. Pedro es el hijo único de Gloria Coelho y Reinaldo Lourenco, una pareja de diseñadores que en treinta años de trayectoria vistió a íconos locales como Xuxa y la esposa del ex presidente Collor de Mello, Rosane. El chico se pasó la vida aprendiendo moldería con su mamá y a los doce ya trabajaba para Carlota Joakina, la marca con perfil joven de Glória Coelho. En 2003, Pedro se consagró como el diseñador más joven del circuito presentando su primera colección a la que definió como “Un mix de épocas”. Un tiempo después, Glória se lamentaba en una nota: “Me gustaría que pasara su infancia y su adolescencia divirtiéndose con sus amigos pero él insiste en hacer ropa”. La fiebre fashionista, claro, es heredada: tiene su guardarropas dividido en un sector para la ropa que lleva al colegio, otro para las prendas de playa y un tercero para el “día a día”. Por el momento las prendas que diseña Pedro se consiguen sólo en los locales de su mamá donde los precios están a la altura de su popularidad (las polleras y los vestidos de Glória Coelho cuestan entre 500 y 800 reales). Como si se tratara de un team de diseño, los Lourenço Coelho se mueven simbióticamente: los tres suelen vestirse de negro (ganándose la fama de Locos Adams) y circular por los mismos ámbitos. La excepción: Pedro no sale de noche, más por vivir como grande que por ser muy chico. En un reportaje para la revista Veja dijo: “Hago tantas cosas todos los días que me estresan el ruido y el amontonamiento”. Diferenciándose de la otra figura teen de la moda, la heredera Allegra Versace, Lourenço piensa su marca como un negocio próspero. Parte de su estrategia está en vestir a las supermodelos y las protagonistas de las telenovelas más famosas (como la actriz y Playmate Deborah Secco o la top model Jeisa Chiminazzo). En eso piensa, por ejemplo, cuando vuelve del colegio. Con esperado recelo, algunos colegas lo calificaron de “café con leche” (¿será por lo inofensivo o por trabajar a la hora de la merienda?). Además de lidiar con las presiones del medio, sus compañeros de curso (fans) le piden entradas para los desfiles. Pero en el ámbito escolar, él confesó tener sólo una gran preocupación: “Gracias a Dios, solamente usamos uniformes en la clase de educación física. El material es un nylon horrible. Para no tocarlos, me pongo los shorts por encima del pantalón que esté usando en ese momento”.

Opina Noel Romero, diseñadora de A.Y. Not Dead
“Tuve oportunidad de ver un desfile de Pedro Lourenço en la Semana de la Moda de San Pablo y realmente no creo que sea un referente en la escena brasilera. La colección que presentó en esa oportunidad me pareció muy inspirada en Balenciaga. A mí, particularmente, me gustaba más la diseñadora anterior de Carlota Joakina. Creo que la movida y la repercusión que tiene Pedro Lourenço tiene que ver más con su edad que con sus diseños. De todas maneras, también me parece que las colecciones, más allá de que sean copiadas, son muy buenas para su edad. Me gusta la ropa que hace, es muy moderna, interesante, joven. Lo que me resulta dudoso es que la diseñe él solo. Sus padres para mí son dos genios del diseño de indumentaria. Pero él no marca tendencia. Marcar tendencia es hacer algo original que cambie el rumbo de las cosas y realmente no creo que ése sea el caso de Pedro Lourenço.”

Por Florencia Werchowsky. Especial para Clarín.com.

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