Tuesday, January 31, 2006

TURISMO : Los hoteles de diseño son la nueva tendencia turística de la Ciudad


Estética, vanguardia, tecnología. Son todas palabras que en la nueva generación de hoteles porteños se traducen en paredes blancas, muebles sofisticados, pantallas de plasma y luces cenitales. Los hoteles de diseño están en expansión: de los 15 emprendimientos que abrieron en 2005 o lo harán próximamente, ocho son de este tipo. El dato tiene que ver con una tendencia mundial (ver Ejemplos...), y también con la gran producción de diseño que hay en Buenos Aires, lo que hizo que la UNESCO la declarara recientemente Ciudad del Diseño. En estos hoteles, la estética es parte fundamental de la propuesta. Y la mayoría son boutique: pequeños y lujosos. El primer hotel de diseño porteño fue el Design Suites, que inauguró en 1999 en Marcelo T. de Alvear 1683. La pileta detrás del lobby, visible desde la calle, es su sello.Su creador fue el arquitecto Ernesto Goransky, que también compró otro terreno a escasos diez metros. Goransky, alejado de la gestión del Design Suites, abrió con sus sus mismos lineamientos el CE, en Marcelo T. de Alvear 1695, a mediados de 2005. Los dos, frente al Palacio Pizzurno, marcan un fuerte contraste con su academicismo francés. La antigua arquitectura se descubre además en las huellas del anterior edificio en la medianera del CE, que se ven a través del techo vidriado del lobby. Y el piso, también de vidrio, deja ver el jacuzzi del subsuelo. "Los planos de vidrio permiten trabajar la arquitectura real y la virtual. Y en la planta baja libre se confunden el espacio público y el privado, la Ciudad se apropia del espacio", explica Goransky recostado en uno de los sillones, que también tienen su razón de ser. "Los argentinos somos cariñosos. Por eso los almohadones y las mantas están hechos en lana de llama y arpillera de seda, son una invitación a tocarlos", cuenta.Es que en estos hoteles ningún detalle es casual. El hogar del lobby del 725 Buenos Aires, que el mes próximo se inaugurará en lo que fue el antiguo Continental, quedó porque así lo pensó Alejandro Bustillo, el prestigioso arquitecto que proyectó el hotel en 1927. "La fachada se respetó y los interiores se hicieron a nuevo, pero dejamos elementos antiguos, como el hogar y unas molduras en la recepción que resaltamos con una luz especial", dicen Romina Sandá y Dolores Sylvester, gerente y directora comercial de este nuevo cinco estrellas, gerenciado por los mismos inversores que están remodelando con igual estética el Nogaró. Muchos de los huéspedes están ligados al arte, el cine y la publicidad, o son empresarios que hacen ellos mismos la reserva por Internet y buscan lugares distintos. Además, son muy buscados por los equipos de filmación que cada vez graban más comerciales en la Capital. Un mediodía, un grupo de una productora acaba de hacer el check in en el Madero by Sofitel, un cinco estrellas de diseño en Puerto Madero. Algunos toman un café y otros juegan en un billar del lobby. Otro espacio muy usado por los turistas es el health club del último piso, donde está la pileta rodeada por un deck de madera, y que tiene una impresionante vista del dique 1. "Hace un año que me alojo. Me gusta la modernidad y la hospitalidad en la atención", dice allí Alexandre Menezes, un brasileño que trabaja en telecomunicaciones y viene por trabajo. Un dique más al norte, la vanguardia estalla en el Faena Hotel & Universe. Inaugurado a fines de 2004, lo creó Alan Faena y lleva la firma del francés Philippe Starck, uno de los diseñadores más famosos del mundo. Las habitaciones de estilo imperio conjugan cortinas de terciopelo, pisos de lapacho y baños de mármol. El lujo también desborda en los espacios comunes, como el restorán El Bistró, que recuerda a la Belle Epoque con sillones de cuero blanco. "La propuesta del diseño tiene que ver con nuestra propuesta del vivir. Es el respeto por la persona. Si llegás a un lugar que estéticamente acompañe tu vivir, te sentís en tu casa. Un lugar inmenso que es un 'no lugar' no te hace sentir en casa. Lo más importante era generar un lugar que no sólo esté inspirado en nuestros valores, sino que genere una visión de lo que para nosotros significa Buenos Aires", analiza Faena. John Smithkline, un huésped europeo, le da la razón: "Lo elegí porque aquí puedo conocer la cultura de los argentinos, en el marco de una arquitectura espectacular".En otros hoteles, si bien no son netamente "de diseño", el estilo se ve en los ambientes despojados con muebles oscuros y tejidos de colores cálidos, iluminación estratégica y jarrones de vidrio con lilium y azucenas. Por ejemplo, el Hilton y el Regal Pacific, ambos de cinco estrellas y con una estética ejecutiva y moderna. O varios de NH, como el Jousten, el City y el Crillón (en remodelación), edificios antiguos reciclados a nuevo. "El diseño le da un plus a un hotel, porque la manera de presentar pasa a ser una experiencia", aporta Juan José Cugliandolo, director de relaciones institucionales de NH.Como en en estos casos, otros muchos nuevos hoteles son en realidad reciclajes. El Regidor se transformó en el Vista Sol, un ejemplo de vanguardia con barandas de vidrio y una lucarna que ilumina toda la planta baja. Y el grupo Fën reabrió el Phoenix como Esplendor, un modelo que repitió en Calafate y piensa exportar a Latinoamérica. El hotel, justamente, busca recuperar el esplendor de las viejas construcciones porteñas. Y así, de los pasillos despojados se abre una puerta de cuatro metros de alto que da a cada habitación, donde "todo está pensado en función del diseño y el arte", asegura Cecilia Timossi, la arquitecta que lo remodeló. Las ventanas originales de madera enmarcan la vista del río al fondo de Córdoba, y unas cortinas caladas en láser evocan los antiguos visillos. Cada cuarto es distinto, pero se repiten elementos como las arañas de tul y voile que imitan un paraguas, y los respaldos de cuerina de las camas con una manta tejida.La fórmula une creatividad y negocio, y está en expansión. Guillermo Lavallén, titular de la Asociación de Hoteles de Turismo, sostiene que "los emprendimientos en hotelería se están encarando en distintas direcciones, como design hoteles, boutique y temáticos, para ofrecer un abanico de propuestas acorde a los requerimientos de los huéspedes". Goransky dice que es el resultado de una nueva generación de emprendedores, jóvenes profesionales que "piensan desde lo creativo". El resultado: diseño argentino de exportación, que los extranjeros pueden disfrutar como una atracción turística más.

Ejemplos en todo el mundo
Los primeros hoteles boutique de diseño nacieron a principios de los 80 en Nueva York, San Francisco y Londres. Hoy, existen en todo el mundo, y el más conocido es el Delano de Miami —también diseñado por Philippe Starck. Varias cadenas hoteleras internacionales cuentan con líneas especiales de diseño, como la Renaissance de Marriott y la W de Starwood (dueña también de Sheraton). Tal fue el éxito que Starwood lanzará el año próximo Aloft, unos hoteles de diseño muy "cool" pero con tarifas más accesibles que los W. Y también en 2007, NH abrirá en Milán el primer Nhow, que apunta a una clientela vanguardista y sofisticada. Aún ninguna de estas marcas tiene previstas inauguraciones en la Argentina.


Hotel Axel
El primer hotel gay porteño que abrirá en noviembre en San Telmo también será de diseño. Pertenece a un grupo español que ya administra otro en Barcelona.

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