Friday, July 21, 2006

Están sonando nuestra canción

Un mercado millonario, campañas anti-ring, tonos inaudibles para adultos: el ringtone ya es la última contraseña generacional.
En la Web donde podés bajar de todo, ahora te invitan a bajar mexicanos: el juego online Border Patrol ("patrulla fronteriza") propone eliminar inmigrantes ilegales por un premio módico: 10 ringtones gratis. ¡Mano dura y monofónica! El celular se convirtió en el nuevo campo de pelea por el consumo adolescente, y el ringtone: un peso pesado.
Si en el Nuevo México virtual el premio mayor es para el que defienda la frontera, en el Líbano real los discursos de Hasan Nasrallah, líder de Hezbollah, son los ringtones más descargados. Con mayor corrección política, y menores niveles de intolerancia, en Europa se desparraman las campañas anti-ring. La intifada celular le puso precio a una cabecita verde: la de Crazy Frog, la "ranita loca" que se convirtió en el ringtone más vendido del mundo, se hizo best-seller con su disco Crazy Hits y pergeñó, según la denuncia de los consumidores sensibles, la campaña de publicidad más invasiva de la historia, capaz de meterse hasta en tu bolsillo: el celular.
"Nuestra estrategia es fijarnos todo el tiempo en la novedad del momento", revela Carolina López, gerente de Ubbitonos. "Ahora lanzamos un chat, parecido a MySpace pero en el teléfono". Lo que empezó como un negocito periférico de las telefónicas hoy es un filón imparable (3 millones de usuarios descargan ringtones acá; el 70 por ciento es sub 25) y en un fenómeno que diluye los límites de los consumos culturales teen. "Están creciendo los speech tones", anuncia Federico Eckell, encargado de marketing de Cherry Móvil, proveedora de contenidos para telefonitos: "Homero Simpson diciéndote por teléfono: '¡Atendé!'".
¿Suena a espíritu adolescente? A principios de junio, la resolución 1.728 del Gobierno bonaerense prohibió los teléfonos en horas de clase, con motivos pedagógicos. La lógica ministerial indica: "El uso del celular en el aula desconcentra el proceso de enseñanza-aprendizaje". Al toque se afinó el rebusque: "Mando SMS debajo del banco", asume Joel (16) y "me escapo al baño", confiesa Flavia (19): más que nunca, el teléfono es contraseña generacional y código para entendidos...
Con la verba dramática de una crónica bélica, el diario The New York Times anunció la ampliación del campo de batalla: "En la vieja lucha de las voluntades entre los jóvenes y sus 'guardianes', los adolescentes encontraron una nueva arma que podría cambiar el balance de fuerzas en el frente celular: un ringtone que los adultos no pueden oír". El invento genial tiene la forma de un zumbido de alta frecuencia: después de los 40 años, los sonidos que superan los 8.000 hertz se vuelven imperceptibles. Con 17.000 Hz., el "Mosquito Ringtone" ofrece el silencio como respuesta definitiva a la sordera generacional.
"¡Unite a los miles de pibes que escuchan el ringtone que sus padres no pueden!", promueve fork.com (tipear "mosquito ringtone" en Google y chequear cuántos sitios ofrecen la descarga). ¿Una burla al poder censor u otro gadget para bajar por $ 3 + IVA? "Acá no va a andar. El ringtone es la forma moderna de identificarse: los chicos argentinos quieren llamar la atención de todos, inclusive padres y maestros", desconfía Fabián de la Rúa, presidente de la ringtonera Toing. Lo irónico del caso es que el Mosquito nació con el fin contrario: espantar del barrio burgués a las pandillas adolescentes con un zumbido sólo audible por sub 25, como a perritos con oídos delicados. "Nuestro invento fue copiado. No es exactamente para lo que fue creado, pero es una imitación bastante buena", dijo Simon Morris, de Compound Security, la inventora original del Mosquito: "Hay que darles a los chicos el crédito por el ingenio".
Un programa de radio para melómanos exquisitos se vende con un slogan descalificador ("la música que nunca será un ringtone") y Carlitos Tévez pone al tope del ranking celular El bombón asesino después de consagrarlo como soundtrack (no oficial) de la Selección. El ringtone despierta tanto recelo como los singles en la radio o los videos de alta rotación: acusaciones de ser "comercial" y de banalizar el arte. Hasta Ale Sergi, el cantante de Miranda! y superventas de ringtones acá, dirá: "No es música, es sólo la alegoría de una canción" (ver recuadro). ¿Cómo hacerlo más "legítimo"? ¡Con un concurso de talentos!
Si Popstars ofrecía la fama instantánea y el contrato jugoso, el Primer concurso de música para telefonía móvil propone un premio consuelo: sonar en los teléfonos de la compañía CTI. "Las bandas nos envían sus temas musicales y nosotros los formateamos", explica Eckell. Atraídos por las descargas millonarias de los consagrados, las banditas empiezan a exigir sus quince timbrazos de fama. ¿Sonamos?

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