La última moda es personalizar la ropa... y responder al mandato de la época:
¡customizate!
La zapatilla será "única" o no será nada: "customizate", ordena el último mandamiento fashionista, a tono con el slogan de alta postura: ¡abajo los uniformes!
Si para la generación anterior el orgullo mayor era ser marquero, y estamparse con un logo casi como hombre-sándwich en Alto Palermo (constelación de marcas en los '90: Mango, Motor Oil, Charro...), ahora la "personalización" impone pautas de consumo: las marcas vieron el filón y venden la ilusión de diferenciarse. Aunque la "customización" siempre estuvo ligada más con la autogestión que con el mercado (tapizar de pines la mochilita o tajear el jean ahí, sí, ahí: en esas zonas estratégicamente elegidas), Nike ID (www.nikeid.nike.com) personaliza zapatillas para bailar mientras seduce con slogan aspiracional: "¡Convertite en estrella de rock!". Y Adidas reflota su ochentoso proyecto Adicolor, compuesto por zapatillas blancas que vienen con un juego de marcadores y un sitio (www.adidas. com/adicolor) que es señal de la época en que la firma personal se convierte en logo: objetos personalizados del usuario cualquiera.
"Hay una ligera pero significativa diferencia entre hacerse un lindo dibujito en una zapatilla y expresar un mensaje personal en el pecho", distingue Matías Oks, de la agencia www.eljardin.tv. El es uno de los creadores de "La chomba qui parla", una ironía textil sobre la última bolumoda: las remeras de leyendas italianas y presuntamente ingeniosas. "La ropa tiene su propia forma de hablar, pero no todos los días estamos igual ni tenemos ganas de decir lo mismo", aclara Matías. ¿Solución? Una remera con solapita de plástico donde se puede escribir (¡y borrar!) un estampado casero o insertar foto, dibujo, estampita. "Hay una voluntad de apostar a la creatividad y no al oscurantismo de la pereza o de no mostrarse como uno es", razona Celeste Caporossi, una de las creadoras de Barbo (www.safiras.com.ar): un muñecote blanco + set de témperas. ¿Valor agregado? "Es un muñeco que uno debe completar. Si se lo regalás a otro, le das algo único: un momento tuyo junto a un objeto".
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